Febrero 2017 en la Casita de la Dehesa

Bueno, bueno!… este mes de febrero ha dado mucho pero que mucho de sí!

Comenzamos haciendo mención especial para nuestros fans que casi todas las mañanas nos hacen una visita y nos cuentan multitud de historias y anécdotas con las que tanto aprendemos!

Tempranito empieza la mañana, después de la merienda, Ángel nos enseña dónde encontrar los mejores ajetes en la dehesa con los que hacer un delicioso revuelto y también los sitios donde él, por pura morriña de su niñez, se procura y esconde recuerdos que para descubrirlos se rascan en la tierra.

 

Un poco más avanzada la mañana viene Miguel con su carricoche haciendo alarde de marchas hacia adelante y hacia atrás, siempre mostrando su sonrisa y haciendo tareas por nuestros alrededores que los niños observan atentos. Hasta una canción hemos hecho para este momento!

El camión de la basura, sí, sí, sí…

Ya está aquí.

Haciendo sus labores

con mil y un amores…

Gracias por venir!

Y algunas mañanas las familias nos visitan deseando vivir la experiencia con nosotrxs. Si es que así da gusto!

Con nuestro trabajo y con el de los demás, día tras día, juntos valoramos que con esfuerzo hacemos que nuestra convivencia sea cívica y positiva…

¡Y es que todxs tenemos mucho que aportar! Mirad el minucioso trabajo que hacen las termitas, esos seres tan minúsculos y tan grandes…

Y aprendemos a cuidar de nuestro entorno. Tanto que decidimos sembrar algunas semillas que vemos crecer con ilusión! Cada martes y jueves nos ocupamos de ir a la fuente para coger agua con la que regarlas, la misma fuente donde nos ocupamos también de nuestra hidratación.

 

Todo da sus frutos y celebramos que ya esos primeros tallos asomen sus tempranas florecitas.

¡Hasta el almendro se anima a acudir a la fiesta!

Algunas mañanas aprovechamos para estirar y flexibilizar cuerpo y mente. Y tras unos ejercicios físicos nos paramos a disfrutar de lo que nos ofrecen los sentidos. Aquí hasta las sonrisas se estiran!

Y rodeados de música y canciones construimos puentes y caminos. Esta vez un papá nos asombra y emociona tocando con maestría este instrumento hindú llamado Murdang.

Descubrimientos hacemos cada día, como las tizas naturales que encontramos entre la tierra y con las que nos pintamos la cara y las manos al más puro estilo de las tribus del río Omo.

 

 

Y muchas historias, muchas que contar! Oigan, también silencio… algún secretillo nos vamos a dejar.

_____ Mirando al horizonte  ____