¡Volvemos a la Dehesa!

Aunque parecía que no iba a llegar este momento, por fin, tras dos años escolares llenos de novedades e incidencias inevitables, la Casita de la Dehesa ha arrancado el curso 2021-2022 con una cierta normalidad y en plenitud de ilusión con este proyecto. Atrás dejamos la incertidumbre de una pandemia que nos cogió a todos por sorpresa y nos obligó a terminar el curso de forma abrupta, así como un año en el que las mascarillas, los tests e incluso alguna que otra nevada apocalíptica nos obligaron a adaptar nuestro modo de trabajo a una realidad cambiante. ¡Y pese a todo mantuvimos la sonrisa y las ganas de seguir trabajando y aprendiendo!

En estos dos años tan complejos los valores que nos mueven se han vuelto más sólidos si cabe de lo que eran antes de la pandemia. Hemos constatado que el juego al aire libre, en contacto directo con la naturaleza, es más sano en todos los sentidos que la reducción del espacio educativo a un aula. Hemos comprobado que nuestros alumnos, acostumbrados a las dinámicas del juego libre, se adaptan perfectamente a los cambios y las improvisaciones propios de cualquier emergencia. Y finalmente hemos afianzado una idea que ya teníamos: que somos un proyecto sólido de familias que trabajan en red, que se cuidan entre ellas y que son capaces de afrontar cualquier circunstancia que surja. En definitiva, en estos dos años la Casita de la Dehesa se ha hecho más fuerte, sus raíces más profundas y sus ganas de seguir adelante más intensas que nunca.

El curso 2021-2022 ha iniciado su andadura con un grupo de niños y niñas cargados de energías, de ganas de aprender, de experimentar, de jugar y de crecer. Y junto a ellos un grupo de acompañantes cada día más consolidados en el proyecto, con más experiencia en el control de los tiempos y el manejo de las situaciones propias del juego libre en contextos abiertos. Y por supuesto unas familias dispuestas a formar parte a fondo de este proyecto educativo tan especial y enriquecedor para todos.

Y por fin podemos disfrutar de nuestra querida Dehesa de la Villa sin restricciones. Este espacio arbolado que tan importante es para nosotros sufrió el pasado invierno el impacto de las tormentas de nieve, e incluso algún incendio durante el verano. La Dehesa es fuerte y se recupera de cualquier golpe que el ser humano o el clima le asesten, y una vez más nos abre sus amorosos brazos para que nuestros niños y niñas disfruten de ella.

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